domingo, 22 de noviembre de 2009

Cinco minutos...


Podría decir sin problema varias cosas sobre ti, pero la verdad es que es muy poco lo que te conozco, tan poco que haberte visto unas cinco veces durante los últimos seis años de mi vida ya es mucho, es cierto que no soy el tipo de persona que cree en el amor a primera vista, no fue a primera vista, si acaso sería la quinta, lo que sí puedo decir es que algo vi en ti, algo totalmente diferente, algo que estoy segura, ni siquiera has notado tan claramente como yo, no sé qué fue, no sé en qué momento me quedé con la imagen de tus ojos plasmada en mi memoria sin querer salir de ahí, sólo unos minutos contigo fueron suficientes para que permanecieras aquí, tus palabras, historias, me pregunto porqué no me di cuenta antes, tenerte relativamente cerca sin darme cuenta de quién eras... y al decir verdad ni siquiera ahora sé quién eres, sólo sé que lo único que quiero en este momento es volverte a ver y no me atrevo a pensar en que lo sepas, me invade el miedo, el hueco en el estómago que me dice que algo extraño pasa dentro de mí, ojalá supieras ver a través de mis ojos que esto no es normal, que esta no soy yo, que eres más de lo que podría haber imaginado... la verdad es que ni siquiera yo lo entiendo, no entiendo cómo es que el saber cualquier cosa de ti, por más mínima e insignificante que sea, me devuelve la sonrisa inocente que no conoce el engaño ni el dolor, esa que en tan poco tiempo se había perdido... cambiado... no entiendo como borraste años de mi cabeza en cinco minutos, dime, ¿cómo entraste?... no lo sé, ni siquiera es necesario, sólo sé que ahora te encuentras aquí junto a mí, en este lugar que creí desaparecido, y sí, estaba olvidado, pero ya lo conocía, y sabes, parece mucho mejor que antes porque ahora se apreciar mil veces más su belleza, ahora se valorar lo que significa estar aquí.