La máscara del machismo

México siempre ha sido un país de extremos, de hermosos edificios, gente respetable, impresionantes paisajes y costumbres inigualables, pero lo es también de pobreza, mediocridad y casa de un montón de puercos majaderos con nada más que poder en la cabeza.
Es esta la base del funcionamiento de nuestro país, nuestros gobernantes, nuestra forma de ver la vida, de toda aquella gama de perspectivas tan variada como lo son los colores mexicanos. En nuestro país, quien es inteligente es un cabrón y quien no es un imbécil y se fregó.
Aquí, en un país joven, donde en cada momento aparece una desgracia aún peor que la anterior, no sólo viven aquellos que se dedican a hacer miserables a muchos y ricos a pocos, también viven aquellos que se esconden detrás de bambalinas, aquellos cómplices que, participantes o no, observan todo desde el lugar más cercano, aquellos que saben sobrellevar al poderoso que los domina.

En Arráncame la vida, Ángeles Mastretta nos da la oportunidad de conocer a aquella persona detrás de bambalinas, a Catalina, esposa del general Andrés Asencio, cuidadora oficial de muchas casas, muchos hijos, secretos y desgracias, que con cuya curiosidad, inteligencia e ingenio supo manejar su vida de tal manera que la situación no se le fuera encima aplastándola con soledad y sufrimiento.

Parece poco creíble que una mujer sea capaz de llevar la vida que llevaba Catalina, porque es cierto que estaba llena de bienes, es cierto que su marido le daba todo lo que quería, pero, ¿qué es todo?, ¿qué es nada?, los intereses se modifican conforme vamos viviendo, se modifican dependiendo de si lo que nos falta es amor o dinero, ella encontró ambos a su manera. Lo único que falta en esta sociedad para descubrir a aquellas capaces de eso y más es cultura y educación. Es por eso que Asencio decía que los políticos eran viudos pero no divorciados, el que el comportamiento de las mujeres se maneje de tal forma es sólo para seguir un orden social ya establecido, es el porqué del carácter sumiso de algunas, pero no de Catalina, todo se aprende y más en un contexto de vida como el de ella.

Si esto no es verdad, ¿por qué es cada vez mayor el número de mujeres independientes o felizmente divorciadas? La razón es que la sociedad, poco a poco, ha ido cambiando en cuanto a educación y cultura se refiere, ciertas capacidades femeninas antes limitadas, ahora son aceptadas. También es cierto que aunque la situación haya cambiado un poco y ya no exista este tipo de comportamiento de la misma forma que antes, sigue existiendo, así como el adulterio, la corrupción, la hipocresía social y la ambición enferma por el poder, así como siguen existiendo también aquellas que se esconden detrás de aquella máscara que las domina, el machismo.

Los sueños de una mujer tienen muchísimos menos límites que los de un varón, quienes los limitan son ellos, sólo ellos pueden hacer caer su mente en tierra, sólo ellos son quienes les impiden llegar a ser quienes quieren ser, se aprovechan de su ingenuidad y su ingenio por igual, bien menciona el general que sin Catalina no hubiera podido, también es ella quien se siente liberada a la hora de su muerte, liberada del mundo de mentiras en el que vivió por tanto tiempo, del mundo del que tanto aprendió.

“Eres lista como tu sola, pareces hombre” (Mastretta, 251), le decía Asencio a Catalina, ¿hombre por qué?, muchas veces un hombre no es capaz ni de manipular sus instintos animales y se va encima de la primera dama que se le atraviesa, ni tampoco de tener un poco de cordura antes de pensar en su beneficio y en el poder para después cometer atrocidad y media, una mujer como Catalina no sólo se compadece y asusta ante la violencia y el maltrato, como la condición humana lo supone, sino que también actúa de manera justa, libre, honesta, con los sentimientos de por medio y la cabeza en su lugar.