viernes, 27 de marzo de 2009

Un buen futuro [:

Bueno, voy en quinto de prepa, para algunos segundo año o cuarto semestre, como sea, el punto es que tengo que elegir área ya y afortunadamente no estoy tan perdida pero de repente me entra el pánico.

Este último año probablemente he descubierto más cosas de mí que las que he descubierto durante todos lo dieciséis años restantes juntos, la verdad estoy demasiado feliz con eso porque mi mente se ha ocupado de algo más que amoríos y preocupaciones un tanto estúpidas de adolescente (si lo vemos del punto de vista adulto, porque para mi siguen siendo importantes). También me he creado mil propósitos cercanos y pensado en cosas que tengo que mejorar de mí misma y al mismo tiempo me he dado cuenta de otras cosas que tal vez no le gustan a todo el mundo pero que la neta no quiero mejorar porque amo ser así , aunque me digan rara, extraña, loca y sus derivados casi todos los días. Mi padre santo dice que lo chistoso, raro y extraño es pariente de lo feo, así que por eso supongo que esas cosas poco comunes de mí no le agradan a todo el mundo pero a quien le agraden será por algo, a parte, si lo pensamos bien, en el ambiente estudiantil en el que vivo todo mundo se considera "normal" y a los demás los considera engendros de la naturaleza, seres extraños, poco entendibles, etc. Y se sienten solos en el mundo porque piensan que nadie los entiende y que a veces todo mundo está en su contra, por ello concluyo que o todo mundo es normal o todo mundo es extraño, dependiendo del punto de vista de cada quien.

Pero bueno, me desvié del tema, estaba hablando de mis propósitos de mejoramiento personal. Lo más triste de estas autoevaluaciones es que me he dado cuenta de que me chocan un montón de cosas de la gente y de la vida en general, hay veces que te das cuenta de que la relación con alguien "nomás" no funciona pero jamás te detienes a pensar porqué... esta vez lo hice y descubrí cosas un tanto interesantes.

Antes que nada, descubrí que soy bien pero bien voluble (bueno, a lo mejor eso ya lo sabía), me gusta el cambio, no me gusta quedarme en un sólo estado por mucho tiempo porque si lo hago me aburro y dejan de interesarme las cosas, ese tipo de actitudes hacen que durante dos horas este de buenas y las siguientes dos me ponga de malas, y a las siguientes tres este llorando por algo que podría parecer un poco tonto en las siguientes cuatro horas pero que en el momento me hace sentir que el mundo se me viene encima junto con todos los planetas y estrellas del universo.

Como resultado de mi análisis personal sobre mis múltiples estados de ánimo en un lapso de tiempo muy o demasiado corto, descubrí que todo esto se debía a algo... principalmente a mi forma de ser extremadamente sensible para algunas cosas y extremadamente fría para otras. Por ejemplo, odio que la gente no confíe en mí, no el tipo de confianza en que la gente va y le cuenta sus problemas emocionales, amorosos y familiares a los demás, sino el tipo de confianza en el cual la gente no cree en que otra persona pueda llegar a lograr grandes cosas o pueda sobresalir o hacer algo extraordinario, sobre todo si se trata de mi familia. Otra cosa que odio es el saber que todo mundo piensa que soy "molestable", la verdad tengo sentido del humor y paciencia y hay veces en que sólo me río y no hago mayor comentario ni me enojo ni nada parecido, pero hay días en que me creo lo que me dicen y en verdad me pueden partir por dentro y ni siquiera se dan cuenta, la gente no sabe hasta donde llegar y les vale mientras ellos estén a gusto y eso sinceramente me repatea, justo esta semana parece que todos se pusieron de acuerdo para decirme cosas en "broma" y me hicieron llorar al final del día, seré bien marica pero me vale. También odio que la gente imite a otras personas, el típico que imita todas las frases de su nuevo amigo/a y cambia totalmente su manera de ser sólo por estar con un grupo de personas, es normal que se peguen algunas frases tipo domingueras de los demás, pero cambiar por alguien más ya es demasiado y a ese tipo de gente nada más no la tolero, afortunadamente conozco muy pocas pero esas pocas de verdad me sacan de quicio. Otra cosa que me choca es que me hagan esperar por más de diez minutos cuando estoy sola en un lugar público, algo así como una plaza o la calle, un café no me importa tanto porque puedo hacerme parecer intelectual poniéndome a leer o algo parecido, sólo que es muy raro que traiga un libro en mi bolsa, eso me pondría un título de "súper mega ñoña" en vez de sólo "ñoña", así que tal vez sí me llegue a molestar un poco pero puedo ser más tolerante (algo así como un límite de quince minutos). Esta intolerancia a la impuntualidad tiene algo que ver con mi pánico a quedarme sola en un lugar, odio estar sola donde hay gente, me da algo parecido al miedo, siento que es algo psicológico que viene de familia, del miedo a que me roben o me asalten (u otras cosas más feas) que mi madre tiene cada vez que salgo. Estando en mi casa, esperando a alguien, sólo me molesta que lleguen tarde cuando el hecho afecta mis planes y mis tiempos y más si afecta los planes y tiempos de mis papás porque eso quiere decir que habrá un disgusto cuyas consecuencias habrán de caer directamente sobre mí y eso a veces la gente no lo entiende y piensa que soy una exagerada pero tal vez si estuvieran en mi caso lo entenderían, como en todo en la vida, hay que ponerse en los zapatos de los demás. Odio a las serpientes, tengo traumas desde pequeña cuando alucinaba a los animalejos éstos arrastrándose por el suelo de mi cuarto, mis paredes y colgando de mi lámpara (hace poco descubrí que este tipo de fenómeno se da en personas que están en etapas muy avanzadas de alcoholismo y me saqué de onda bien cañón), también odio la coliflor, que me digan anoréxica (o tragona), que no me dejen escuchar la clase de biología, que la gente sea en extremo irrespetuosa, etc, etc, etc. Analizando todo esto puedo saber porque hay veces que algunas personas no me caen y de verdad me llegan a hartar sin que sea tan inexplicable el estado de éstas dentro de mi nivel de tolerancia.

Como dije anteriormente, también soy muy fría para otras cosas, o dicho de otra forma, no me importan mucho algunas situaciones que los demás creen sumamente importantes para la convivencia interpersonal. Por ejemplo, no me enojo sí me dejan de hablar por un rato, entiendo que hay momentos en que la gente se encuentra ocupada y distraída (pero eso la mayoría de la gente no lo entiende cuando yo soy la ocupada y distraída). Tampoco me enojo cuando descubro alguna mentirilla o algún acto relativamente malo de parte de alguien, creo que todos cometemos errores y no por cometerlos una vez significa que los cometerán toda la vida o que la gente no pueda cambiar esas partes no tan buenas de sí mismos. Creo que hay un porqué para todo y que si alguien es realmente mi amigo e hizo algo que no me agradó tanto hay una razón por la cual lo haya hecho y probablemente hablándolo podría llegar a entenderlo. No me enojo cuando el novio decide salir con sus amigos en vez de conmigo, o cuando decide fumarse un cigarro o tomarse algo, tampoco cuando un día decide irse de "reven" en plan de "hombres", creo que esto se debe a que, para empezar, no andaría con nadie que de antemano me haga saber que no es una persona confiable y responsable porque, sinceramente, estarme cuidando de ese tipo de detalles me da muchísima flojera.

Este año también valoré muchísimo a la gente que más ha influenciado en mi vida y estoy consciente de que habrá otras que lo harán más adelante, sé que esto no se termina aquí. También escuché una frasecita que me gustó mucho y me hizo pensar varias cosas (de esas que vemos a cada rato en photobucket, myspace, hi5, facebook, etc. Y que están súper choteadas pero que dicen cosas muy ciertas), dice algo así:

"There comes a point in your life when you realize who tmatters, who never did, who won't anymore, and who always will. So don't worry about people from your past, there's a reason why they didn't make it to your future"

Y es que tuve problemas con las dos personas que más quería en el mundo siendo mis amigos, mis mejores amigos, y hay veces en que quisiera acercarme y abrazarlos y decirles que los extraño pero sé que la gente cambia y que ya no será tan fácil hacerlo como lo hubiera sido antes. También, por lo mismo, descubrí que la gente a la que más quisiste es a la que más puedes llegar a detestar, no usaré la palabra odiar porque creo que es demasiado extremosa y no me gustaría llegar a ese punto, aún tengo la esperanza de alguna especie de solución y me resulta imposible imaginar que dos personas que tuvieron tanto que ver en mi vida durante mucho tiempo tengan que terminar fuera de ella, la neta me duele hablar sobre eso y por eso evito el tema y me pongo de malas cuando me lo mencionan o me preguntan algo así como "Porqué ya no te juntas con...?" es realmente desesperante, triste y un tanto estúpido. Pero si terminan fuera de ella probablemente lo superaré y finalmente aceptaré que fue lo mejor, aunque la idea no me convence del todo. Además, pienso que tengo varios muy buenos y verdaderos amigos y aunque, como buena adolescente, a veces me siento sola, siempre hay alguien ahí para darme un abrazo y secarme aquellas lágrimas del rostro, que no son poco comunes. No diré nombres pero ellos saben quienes son, y aunque no sean muchos, les agradezco infinitamente lo que han hecho por mí y lo que han llegado a sembrar en mí.

Descubrí también, que mi perspectiva sobre lo que es el amor ha cambiado muchísimo, también supe quien fue el único novio al que llegué a amar y al que le entregué todo incondicionalmente y sin esperar nada a cambio (aunque también fue el que me hizo cambiar para ya no entregar ni madres en un principio). Ya me enamoré de mi mejor amigo, y descubrí que una amistad vale muchísimo más que el amor en este momento de mi vida. Ya estuve en la cima y me bajaron de mi nube de golpe, ya me cambiaron por otra, ya me pusieron el cuerno, me mintieron etc, etc, etc. Y sí, reconozco que soy bien rara en eso de "enamorarme", inestable, difícil de mantener en una relación duradera, que he tenido un chingo novios y que me he confundido en el 100% de mis relaciones. Pero aún así, sigo con la esperanza de que hay un ideal esperándome y sigo pensando que aquél que pase el resto de su vida conmigo tendrá que ser mi mejor amigo y la persona que llegue a quererme tal y como soy, conociéndome como amiga antes que como amante y que lo decidiré y lo tomaré en serio en su momento, porque eso de los esposos que duraron 12 años de novios se me hace de súper mega huevísima.

Otra cosa de la que me he dado cuenta últimamente, y probablemente la más importante en éste momento de mi vida (mínimo para mí), es que me encanta la composición de todas esas cosas en donde se usa la química y que afecta directamente al cuerpo humano, mejor dicho... alimentos, medicamentos, drogas, alcohol, etc. Cómo el hombre es capaz de cambiar genéticamente la naturaleza para adaptarla al mundo actual, y al mismo tiempo, cómo la vida está creada de una manera tan perfecta e inexplicable. Por lo cual decidí estudiar ingeniería en alimentos, biotecnología o algo por el estilo, algo que tenga que ver con "bioquímica aplicada", por lo tanto, me iré a área dos con la bola de "ñoños". También me gusta el campo empresarial, me encantaría tener mi propia empresa de alimentos, tal vez en un futuro lejano, pero me encantaría. Por eso también he pensado en estudiar mercadotecnia como carrera de apoyo y porque me encanta eso de manipular a la gente para que compre cosas que no necesita, como funciona la psicología de la sociedad actual que hace que el capitalismo no haya decaído, estadísticas, publicidad, etc.

Toda esta reflexión sobre mi análisis personal fue porque estuve, o mejor dicho, estoy, en una etapa de autodescubrimiento y crisis existencial en la que él que me hayan avisado que voy a ser parte de los ayudantes en el Instituto Federal Electoral para contar votos en la próximas elecciones no me parece nada divertido, en la que la idea de que voy a votar por primera vez me hace sentir muy rara, en la que él tener que empezar a pensar en mi futuro y superar mis expectativas me pone demasiado nerviosa. Quiero demostrar quién puedo llegar a ser, no tanto al mundo, sino a mi misma.

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